¿QUÉ HAY DETRÁS DE LA FIESTA DE HALLOWEEN?

Recopilado y ampliado por Ritchie Pugliese

La fiesta de Halloween, que se celebra el 31 de Octubre de cada año en los Estados Unidos,  es un evento que está cobrando cada vez mayor auge, y a la vez extendiéndose en diversas partes del mundo, incluyendo Latinoamérica.

Esta festividad genera millones de dólares en ganancias para los comerciantes y empresas que venden disfraces, máscaras, libros y todo tipo de elementos diseñados para utilizarlos ese día tan especial. Grandes y niños compran todo tipo de productos, esperando con alegría la llegada de ese día para celebrar lo que se cree es una fiesta alegre y simpática.

Si toda la gente que celebrara el Halloween pudiera por un solo instante ver lo que los ojos naturales no pueden ver, es decir el mundo espiritual, se darían cuanta automáticamente que esta celebración no tiene nada de alegre y simpático sino más bien algo triste y dramático.

Vivimos en un mundo saturado de lo oculto y diabólico, de todo lo prohibido por Dios. Las películas en Internet, el cine, programas de la TV, libros, juegos para niños, adolescentes y adultos proveen imágenes y contenido completamente saturados de satanismo, los cuales se presentan como un juego, diversión y esparcimiento. Lo mismo sucede con la celebración del Halloween: Es una mentira disfrazada para que la gente sea engañada.

Un poco de historia

El Halloween era una festividad tradicional europea que se les atribuía a los Celtas, quienes vivían en Inglaterra, Irlanda y norte de Francia. Estos celebraban el último día de Octubre “El Festival de Samhain”, a quien consideraban como “el señor de la muerte”. Los Celtas creían que al hacer esta festividad, las almas de los muertos regresaban a sus casas en esa noche y creían también que los demonios, fantasmas y gatos negros deambulaban por todas partes. Durante el festival, los Druidas (sacerdotes y maestros de los Celtas) le ordenaban a la gente que encendieran una fogata en sus casas, mientras ellos encendían otra más grande en el alto de las colinas.

A lo largo de la celebración las personas se vestían con disfraces hechos con pieles y cabezas de animales sacrificados. Se cree también que ellos obtenían los sacrificios que hacían de los mismos pobladores del lugar. Recorrían las casas pidiendo un niño o una joven virgen para quemarla en la gran fogata, dejando en la puerta una fruta con una vela encendida para “impedir” a los demonios entrar y que mataran a los que allí vivían. A esto se lo consideraba “un trato o acuerdo”. Si la familia se negaba, entonces los sacerdotes le marcaban la puerta y esa noche el diablo tenía libertad para entrar y destruirlos. Esto era conocido como “la treta” o “trato”.

Este tiempo era considerado ideal para complacer a las fuerzas sobrenaturales que se creían dominaban la naturaleza y era el tiempo ideal para la práctica de la hechicería y adivinación. Con el tiempo los Romanos dominaron a los Celtas pero esta tradición penetro en el mundo romano y dio lugar posteriormente en el Siglo VIII a lo que la Iglesia Romana llamo “El día de todos los muertos”, el cual se celebra mucho de nuestros países el 1 de Noviembre.

La celebración de Halloween es una mentira disfrazada para que la gente sea engañada

La palabra “Halloween” significa “sea satanás reverenciado o enaltecido”. Esta información que está leyendo, se puede obtener de cualquier libro de historia antigua, pero es increíble hoy que la gente ciegamente fomente y promueva este tipo de celebración, sabiendo que tiene un trasfondo completamente demoníaco… aunque no todos los saben…

El Halloween moderno es una estrategia “inocente” del diablo, diseñada para destruir a la gente que se asocia, apoya y practica dicha celebración. Toda persona, grande o pequeña, que promueva o practique tales cosas, está expuesta a las más terribles maldiciones del diablo, aquel que vino “a hurtar, matar y destruir” (Juan 10:10ª). Nadie que se asocie a alguna actividad oculta, demoníaca termina bien en la vida, pues el diablo siempre viene acompañado por sus leales amigos: Pecado, maldición y muerte.

Está comprobado que el día de Halloween es un día predilecto para que los satanistas realicen sacrificios humanos de niños y adultos. No es ninguna novedad que año tras año, en ese día, mucha gente desaparezca para luego ser hallada muerta o sacrificada por algunas sectas en algún lugar.

Para ser sinceros, esta celebración no oculta nada, pues todo está a la vista. Cuando uno ve las vestimentas, las imágenes de cementerios, tumbas, muertos, brujas, murciélagos, todo vestido de color negro, no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta que esto es algo promocionado del mismo infierno. ¡Lo más increíble es que la gente, sabiendo esto, se deleita en practicarlo!

El Halloween moderno es una estrategia “inocente” del diablo, diseñada para destruir a la gente que se asocia, apoya y practica dicha celebración.

Algunos quizás puedan estar pensando: – No hay que ser tan fanáticos -, pero ¿Sabe una cosa? En realidad Dios nos está desafiando para que seamos prácticos. Sí, Como cristianos que amamos a Dios y tenemos a Jesucristo como nuestro Salvador, no podemos permanecer neutros, pues la luz de Cristo no tiene nada que ver con las tinieblas del diablo. En 2 Corintios 2:11 se nos anima a no ignorar las maquinaciones del enemigo. Si nosotros, aun como cristianos, permanecemos ciegos y sin conocimiento podemos ser destruidos (Oseas 4:6

La ignorancia de un asunto o un tema no nos libran de las consecuencias

Que la gente ignore todo lo oculto y demoníaco que existe detrás del Halloween no los libra de sus consecuencias.

Dios está derramando del poder de Su Espíritu Santo sobre los creyentes por todo el mundo, para que nos levantemos en el Nombre de Jesucristo y no participemos de las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien que las reprendamos (Efesios 5:11). ¡Es tiempo que nos levantemos del sueño y el letargo espiritual para actuar en el Nombre del Señor!

¿Qué podemos hacer, como cristianos?

Es indispensable que como padres, eduquemos a nuestros hijos y le expliquemos lo que hay detrás de esta fiesta y que por ese motivo no lo celebramos. Oremos por ellos para que la presión en la escuela y los amigos sea superada por la determinación de no participar del Halloween. 

En la faz individual, decidir no participar de una celebración que exalta la muerte. Como creyentes en Cristo hemos sido comisionados para apoyar la vida.

Algunos puntos importantes que necesitamos saber

1. En cualquier lugar donde se permita la celebración, en realidad se le está dando libertad al enemigo para que controle la atmósfera de las vidas, hogares, barrios, ciudad y nación. Como creyentes en Cristo no tenemos que temer, pero si saber que la atmósfera de la ciudad pudiera quedar más contaminada, dando lugar a un desencadenamiento y aumento de todas clases de males.  Cuando se le da lugar al diablo, junto con él viene todo lo que éste aprueba. En medio de todo, el creyente fiel no tiene nada que temer, pues el Señor será fiel para guardarlo y protegerlo de todo mal (Salmo 91).

2. No participar de este evento. Si se celebra en la escuela, que ese día los padres no lleven a sus hijos a la escuela. Si se celebra en el barrio o algún lugar no participar del evento.

3. No comprar nada relacionado con el Halloween. Evitemos contaminar nuestros hogares con cualquier elemento relacionado y asociado con lo demoníaco de esta festividad.

4. El día de la celebración decidir no abrir la puerta cuando los niños vengan a buscar caramelos o dulces. Tampoco permitir que nuestros hijos vayan a golpear la puerta de otras casas para hacer lo mismo. Uno puede participar directamente e indirectamente de esta fiesta. Está comprobado que muchos niños han resultado envenenados por hacer esto. No se olvide, esta celebración promueve la destrucción, aunque usted sólo vea niños inocentes pidiendo dulces y caramelos.

5. Si una persona cristiana ocupa alguna posición política, presionar ante las autoridades locales para que esa celebración se detenga o anule completamente.

6. Vestirse con toda la armadura de Dios. Efesios 6:10-18 nos da la lista de la vestimenta celestial que tenemos a disposición para poder estar firmes y protegidos ese día y todos los días de nuestra vida. Si estamos con Cristo y caminando en obediencia nada nos podrá afectar a nosotros.

7. Tomemos la delantera espiritual, en el Nombre de Jesús, y con la Espada del Espíritu en nuestras manos, orando en la Iglesia local donde asistimos para atar y reprender toda fuerza del mal que se introduce en las vidas, hogares, barrios, ciudades y naciones por abrirle la puerta al enemigo. Cancelar todo plan de destrucción del enemigo, posterior a la celebración del Halloween. Efesios 4:25 dice que no le demos lugar al diablo. Cualquier persona que le dé lugar al diablo sufre las consecuencias posteriores. Así como existen bendiciones a la obediencia, también existen consecuencias a la desobediencia (Deuteronomio 28).

8. Si fuera posible, celebremos en la Iglesia local una actividad alternativa para contrarrestar la celebración del Halloween. Podemos utilizar ese día para ver una película, invitar niños, adolescentes y adultos o simplemente para celebrar otra fiesta espiritual de alabanza y adoración al Señor. Es una manera sabia de estar juntos ese día.

9. Expliquemos a otros lo que hay detrás de la celebración del Halloween. Es fácil encerrarse y condenar a los que practican tales cosas, pero Cristo vino para salvar a los perdidos. Llamemos a nuestros amigos, compañeros de la escuela, trabajo para explicarles la verdad.

10. Rechacemos el pecado pero amemos al pecador. La mayoría de la gente está engañada con esta celebración. Es por eso que debemos hablarles desde el “trono” de misericordia y no desde el “trono” de acusación. Dios ama a toda la humanidad y quiere salvarles (Juan 3:16). No discutamos sobre el Halloween, sino pidamos sabiduría celestial para poder hablar con la verdad de la Palabra de Dios… pero con amor.

¡Vivimos en un mundo difícil y complicado! La Biblia nos dice que estos tiempos son peligrosos (2 Timoteo 3:1) y como Iglesia de Cristo, seamos niños, adolescentes, jóvenes o adultos, tenemos una responsabilidad: Ser la sal de la tierra y la luz de este mundo.

Como creyentes en Cristo, tomemos la fiesta de Halloween como una única oportunidad de demostrar al mundo y a las mismas fuerzas de maldad, que nosotros no seremos engañados ni participaremos en lo que desagrada a nuestro Dios, sino que seremos fieles testigos de Jesucristo en esta perversa generación, ¡Nunca lo olvide: Estar del lado de Jesucristo significa estar del lado del Ganador!

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